Irlanda nos ofrece la ruta de los castillos, dramáticos acantilados junto al mar, destilerías de whisky y pueblos medievales con imponentes monumentos reales y eclesiásticos rodeado de un hermoso marco natural.
ARTE Y CULTURA
Irlanda es el resultado de una cultura cálida, hospitalaria y popular. La civilización celta, embajadora de su cultura, aportó a la isla una fortuna en conocimientos, entre los más populares se encuentra la tradición narrativa. Cuando en el año 300 a.C. emigraron a Europa Central trajeron al litoral los cuentos y las leyendas mitológicas.
TRADICIONES Y COSTUMBRES
La isla verde, de casas con techos de paja, pubs, historia, música, poesía y tradición, tiene una población cercana a los 5,7 millones de habitantes. La diversidad de su cultura se remonta a la civilización celta, la cual abrazó el cristianismo tras la llegada de San Patricio en el año 432. Más tarde, la invasión de los vikingos y, posteriormente, el asentamiento inglés con su influencia protestante, han otorgado a estas tierras una rica herencia patrimonial y sociocultural. El predominio de una población joven en la sociedad irlandesa hace de esta isla un lugar donde la alegría, la esperanza, la sociabilidad y la unión de su gente, combina muy bien con su folclore.
ZONAS DE INTERÉS
Desde hace más de dos mil años, Dublín es la capital de Irlanda. Está situada a ambas orillas del río Liffey, el cual divide el territorio entre la península de Howth y el pueblo de Dalkey. En la zona sur se alzan las hermosas colinas de Wicklow, además posee una gran bahía en el canal de San Jorge. Esta pequeña y compacta ciudad ofrece a cualquier visitante la oportunidad de descubrir sus raíces vikingas y la época dorada de su historia, a través de sus palacios, museos, catedrales y monumentos. Pasear por sus calles, parques y jardines resulta toda una delicia. Dublín cuenta con teatros, cines, nightclubs y salas de concierto, pero al igual que sucede en todas las poblaciones de esta isla esmeralda, los pubs constituyen los centros reales de actividad. Galway es, sin duda, una de las ciudades más tranquilas de Europa. Importante es su tradición cultural que incluye pintura, música, teatro y cine. Disfrute como en cualquier otro lugar de Irlanda de los típicos pubs irlandeses donde podrá saborear una pinta de cerveza mientras escucha música tradicional de la Isla Esmeralda. Fue un importante núcleo comercial en la época anglonormanda y en la actualidad es un bonito destino para disfrutar de su ambiente y las numerosas actividades culturales que ofrece, no en vano está considerada como la capital cultural de Irlanda. Se encuentra a tan sólo tres horas de Dublín. En el condado de Kerry encontrará uno de los paisajes más sublimes y bellos de Irlanda. Sus rutas de parajes excepcionales, sus maravillosas costas y calas, las históricas calles de sus ciudades, las ruinas prehistóricas de algún edificio neolítico, la variedad de sus frondosas montañas, sus ríos y su rica fauna, la convierten en un destino de ensueño. - Dingle. La península de Dingle ofrece a sus visitantes y aldeanos históricos rincones, hermosos parajes naturales y sobre todo una rica y muy bien conservada cultura celta. - Tralee. La capital del condado de Kerry, fundada en el siglo XII por los colonos anglonormandos, hace honor a sus ocho siglos de historia con lugares como: The Kingdom Museum, la iglesia de Saint John, el Town Park, y el Siamsa Tire Theatre. - Kenmare. La histórica localidad de Kenmare se constituyó gracias a sus pueblos neolíticos, de los que heredara fortalezas en piedra, círculos y pilares. Sin embargo, la ciudad no será fundada hasta el año 1670 por Oliver Cromwell. Durante la época de hambruna, Kenmare fue de las pocas ciudades que supo salir adelante gracias al desarrollo y exportación que hizo del encajé de tejidos. Hoy en día, su industria textil es de las más famosas del país. - Killanrney. La rica ciudad forestal fue creada a partir de la edificación de una iglesia en el siglo VI. Su historia está muy ligada al período de evangelización de Irlanda y de ahí, que existan más catedrales, parroquias e iglesias que casas. La variedad de los paisajes que ofrece permite al turista disfrutar de numerosas actividades. Fundada en el siglo V, Kildare es conocida como uno de los condados más importantes de Irlanda. Sus principales puntos de interés son la Catedral de Santa Brígida, patrona de Irlanda, y también el centro de caballos más importante del país. Tradicionalmente católico, Kildare es famoso por ser el descubridor de los deportes a caballo. Hoy en día cuenta con una superficie de más de 2.000 hectáreas dedicadas a las carreras de caballo. Uno de los lugares más emblemáticos de Kildare es la Catedral de Santa Brida, ya que fue levantada por los lugareños en honor a la patrona de Irlanda y fundadora en el año 480 de una comunidad religiosa. Junto a la catedral se halla una impresionante torre cilíndrica que desde el siglo XII tiene una llama encendida en lo más alto. El antiguo condado de Kilkenny, levantado a partir del monasterio de Sainte-Canice en el siglo VI, esconde alegres ciudades de imponentes ruinas medievales, coloridas casas y fantásticos paisajes de pastos verdes, montañas y turberas. Sus calles y rincones evocan superstición y magia. Este condado también es conocido en Irlanda por la historia de madame Sainte-Canice. Sainte-Canice es la protagonista de una leyenda que tiene su origen en el siglo XIV. Cuentan que debajo de alguna taberna irlandesa están enterradas las cuatro cabezas de sus cuatro maridos. Cierto o no, la leyenda se popularizó y sirvió para que las mujeres de generaciones venideras retuvieran a su pareja en casa. Conocida como "ciudad medieval", sus castillos, monasterios y fuertes, son un gran aliciente para visitarla. La antigua capital del reino de Osraige reúne cada año numerosos turistas gracias a su valioso legado, su clima cálido, paisajes de colinas y atracciones propias de la metrópoli. Este condado principalmente agrícola quizá no cuenta con paisajes tan espectaculares como los del vecino Clare, pero alberga emplazamientos arqueológicos que lo transforman en una región llena de encantos y rico en herencia cultural. Las investigaciones han demostrado que en estas tierras ya existían cazadores desde el año 3500 a.C.; existen magníficas ruinas megalíticas, como tumbas y dólmenes en el área de Lough Gur. El cristianismo no llegaría hasta el siglo V, cuando se empezaron a formar monasterios como los de Ardpatrick, Mungret y Killeedy. El condado de Limerick alberga algunas de las localidades más bellas de Irlanda, con hermosos castillos y espectaculares vistas. Destaca la belleza de las Montañas Ballyhoura, que presiden una campiña tranquila y salpicada de lugares históricos, o lugares como Castleconnell, Killmallock o Adare, llenos de magia y romanticismo. Debido a su emplazamiento a orillas de este río, la ciudad fue dominada por los normandos en un primer lugar, y luego cayó bajo dominio inglés. En los últimos años la revitalización de la industria, el comercio y la restauración de sus calles ha supuesto un auge económico y un importante aumento del sector turístico en la ciudad. Limerick es un destino bullicioso lleno de magníficas tiendas, restaurantes y alojamientos. George´s Quay St es una de sus calles más interesantes. Ciudad conocida por el cristal tallado a mano. Con sus montañas glaciares cara al mar. El Barney Castle es un castillo en el que hay que besar la piedra Blarney para recibir el don de la elocuencia. La Isla Ilnacullin Garinish es ideal para los amantes de la botánica y en el Arigideen Valley Heritage Park encontramos vestigios arqueológicos para descubrir el pasado de la localidad. Croagh Patrick es la "Montaña Sagrada de Irlanda" se dice que San Patricio pasó ayunando por Irlanda 40 días y 40 noches. El Ceide Fields Visitors encontramos 1.500 hectáreas de yacimientos arqueológicos con restos de murallas, tumbas y campos agrícolas prehistóricos de hace más de 5.000 años. Los acantilados de Moher se enfrentan a las violentas aguas del Atlántico. En la Cueva Aillwee encontramos formaciones calizas con estalactitas y estalagmitas ,huellas de oso y una cascada. El Castillo Bunratty es el más completo y auténtico de Irlanda.