MONGOLIA

Viaje por la Karakorum, los lagos y bosques vírgenes de Tsenheriin, Ulan Bator, con la desbordante naturaleza de la región siberiana del lago Johsvhol y cabalgue sobre camellos por el inconmensurable desierto del Gobi durmiendo en las típicas yurtas "gers".

 RAZONES PARA VIAJAR A MONGOLIA

 Visita uno de los países más altos de la tierra con grandes contrastes geográficos.

 Mongolia es un paraíso para los amantes de los deportes de montaña.

 Explora los parajes solitarios del desierto de Gobi y las mesetas esteparias.

 Descubre el arte, las tradiciones y cultura del pueblo mongol.

 Siente la inmensidad de sus paisajes inolvidables.


COSTUMBRES

Los mongoles tienen una sólida fama de gente acogedora, pero son extremadamente tímidos y esconden a veces su malestar detrás de una sonrisa. En cuanto sales de las grandes ciudades necesitas alguna información básica respecto al comportamiento que hay que tener en la yurta (ger para los mongoles). Si no lo haces seguramente transgredirás prohibiciones inimaginables que pondrían incómodos a tus anfitriones. No se entra en un ger como Pedro por su casa ya que el hábitat tradicional de los mongoles se rige por innumerables códigos que a menudo tienen su origen en la superstición. Lo que parece secundario a nuestros ojos podría percibirse como una amenaza para el equilibrio y la felicidad familiar de los mongoles. He aquí algunos ejemplos: baja siempre las mangas de tu camisa, siempre hay que poner primero el pie derecho y hay que tener cuidado de no pisar el umbral. Una vez en el interior, no te quedes de pie y siéntate donde te indique el cabeza de familia. El fuego es objeto de culto particular, así que evita alargar las piernas hacia él y tirar cosas dentro. Por otro lado, aunque los nómadas se hayan ido, los mongoles que te acompañan verían muy mal si andas sobre las cenizas del fuego. Durante tu periplo, en lo alto de los puertos de montaña o en algunos cruces de caminos, párate cerca de los oboos, un montón de piedras o de ramas en forma cónica considerado como la residencia de los espíritus. Los mongoles llevan a cabo varios rituales poniendo en ellos crines de caballos o un trozo de tela. No muestres signos de impaciencia ya que hay que dar tres vueltas antes de continuar el camino. Por último, conviene saber que orinar en el agua es un sacrilegio.


GASTRONOMÍA

La composición de las comidas depende de la región donde nos encontramos, pero también de la época del año. En Ulan-Bator puedes encontrar una gran oferta e incluso restaurantes de comida occidental, pero en el resto del país no te quedará más remedio que adaptarte a las costumbres locales. También hay que saber que el desayuno y el almuerzo son las dos comidas principales del día. En el sur la carne de cordero y de camello forman parte de la base alimenticia.


ZONAS DE INTERÉS

Es la capital mongola, no tiene ningún atractivo, pero las cuatro montañas sagradas que la rodean y la presencia de gran cantidad de yurtas en las afueras, le dan un ambiente particular. Y sobre todo, encierra gran cantidad de yacimientos y monumentos históricos interesantes, aunque quedan pocos vestigios del siglo XIX, tiempos en los que se llamaba aún Urga. Milagrosamente salvado por los comunistas, el monasterio de Gandantegtchilin es el lugar más impresionante de la ciudad. Podrás contemplar varios templos con tejados de teja construidos en el siglo XIX como el de Vajradara. No se puede visitar la biblioteca que contiene miles de manuscritos antiguos pero en cambio puedes asistir a los oficios religiosos que tienen lugar todas las mañanas. Al sur de la ciudad se encuentra el palacio de invierno de Bogdo-Khaan (1905) que mandó construir el zar Nicolás de Rusia. Hoy transformado en museo, contiene prendas de piel, regalos ofrecidos al último jerarca mongol y una colección de animales disecados. El monasterio museo de Tchoïdjiin Lam (1904-1908) es uno de los más bonitos de Mongolia. Este conjunto de cinco templos restaurado en los años 60, contiene objetos de culto que datan de los siglos XVII al XX. Mucho más reciente, ya que fue inaugurado en 1995, es el monasterio de Narokhajid que alberga la primera escuela budista para mujeres y que también se puede visitar. El museo de Historia natural es una buena introducción en la materia antes de ir a visitar el resto del país. Podrás ver algunos especímenes de plantas raras y sobre todo el gigantesco esqueleto de un dinosaurio encontrado en 1948 en el desierto de Gobi. Además de las obras maestras del gran escultor que le ha dado su nombre, el museo Zanabar de bellas artes expone objetos religiosos como los thangkas, los estandartes budistas. Es único en el mundo ya que la mayoría de los animales y las plantas que alberga son endémicas y se adaptan especialmente bien a las condiciones extremas. Íbices, argalis, leopardos de nieve, castores y aves de presa comparten los territorios montañosos mientras que las llanuras son el terreno de la gacela blanca, del antílope con cola negra o de especies rarísimas como el camello salvaje y el oso de Gobi. Las plantas presentan aquí la particularidad de poder ser utilizadas como complementos alimenticios. El saxaul, la bebida de las arenas que florece en mayo, el karagana cuyas raíces bajan a varios metros bajo el suelo y el ruibarbo forman parte de estas variedades específicas de Gobi. En cuanto a los nómadas, se desplazan con ayuda de los camellos de Bactriano, una raza muy resistente. Es la antigua capital imperial que más tarde fue destruida por los soldados manchúes. Sin embargo se ha conservado el espléndido monasterio de Erdene Zuu (Cien Tesoros), que fue el primer centro del Lamaísmo en Mongolia. La ciudad sigue reflejando las huellas de su pasada gloria, protegida por los tres templos que representan las tres etapas de la vida de Buda: la infancia, la adolescencia y la edad adulta. El templo principal se llama el Zuu de Buda, y fuera del monasterio están las dos «rocas de tortuga», y más allá, escondida en un pequeño valle, se encuentra la «roca fálica». se encuentra en la provincia o aymag de Töv en norte de Mongolia, relativamente cerca a la frontera con Rusia y es una de las zonas protegidas de este país. Este lugar también es conocido como el Parque Nacional Hustai y el Río Tuul corre por allí. Este Parque Nacional tiene cerca de 50.000 hectáreas de hermosos campos en los que los turistas pueden ver desde nieve, hasta extensas praderas verdes, pasando hasta por tallados arqueológicos en piedra. Este lugar primero fue declarado como una reserva en 1993, pero después de que investigadores realizaron estudios fue convertido en un parque nacional en 1998. Está ubicado a 1.600 mts. de altura sobre el nivel del mar, con altas rocas graníticas del Mesozoico, montañas, estepas, bosques alpinos y numerosas colonias nómadas. Se puede hacer una agradable caminata por los alrededores del Parque visitando la Roca de la Tortuga  y visitar el templo budista Ariyabal desde donde se tienen unas buenas vistas del Parque y la Cueva de los 100 lamas. Es una de las rutas turísticas en el Sur  de Gobi. Es  famoso porque se han encontrado numerosos  huesos de dinosaurio y huevos. Es un área muy bonita, donde encontraremos enromes rocas y arena que descienden en cañones hacia el  desierto.  La roca y la arena de colores de amarillo,  naranja y rojo, dan un paisaje impresionante. Aquí se aposentan las famosas Flamming Cliffs, en donde se descubrieron numerosos fósiles.